Mi tercer día por Suiza comenzó con una visita al CERN. Después de contarnos un poco la historia del famoso laboratorio, nos enseñaron la sala de control del experimento Atlas, monitores y monitores de ordenadores con gente supervisando datos junto con varias pantallas enormes para que las pudiesen ver todo el mundo. De allí fuimos a ver un vídeo 3D de como construyeron el LHC, centrado especialmente en las dificultades técnicas que se encontraron (con anécdotas de como le afectaba las vías de los trenes de alta velocidad). La visita terminaba en el Microcosm, un pequeño museo dedicado a como fue evolucionando la investigación de lo más pequeño de nuestro mundo.
Después de comer en el propio CERN (gracias a un amigo que trabaja allí), nos fuimos por la tarde a visitar Lausanne, una ciudad vecina a Ginebra. Las pocas horas de luz que nos quedaban las aprovechamos para callejear por allí y visitar su Catedral de Notre Dame.
Una cosa hay que decir de las iglesias suizas, en todas ellas me dejaron usar el trípode. Una gozada. Habitualmente cuando visito una iglesia en otros países y pregunto si puedo usar el trípode me dicen que no, algunos hasta me dan excusas tontas como que las patas dañan el suelo (¡Pero si son de goma! ¡Cómo las suelas de mis tenis!). Las iglesias no se suelen caracterizar por su gran cantidad de luz en el interior, y como mi cámara solamente da ruido a ISOs altos, termino no sacando ninguna foto, o si la saco, pues habitualmente las borro cuando llego a casa. Me alegra ver que de esta vez fue todo lo contrario.
Cuando salimos casi se estaba poniendo el sol. Llegamos a Ouchy antes de que oscureciese del todo, suficiente para tomar esta foto.
Pero demasiado tarde como para visitar el museo olímpico.
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