El primer fin de semana de este mes estuve en las Islas Cíes, en la quedada (kdd) fotográfica organizada por Phosgalicia, había previsiones de lluvia, pero salvo contadas ocasiones la suerte nos acompañó, quedando un fin de semana magnífico fin de semana para todos los que fuimos hasta allí.
Llegamos el sábado por la mañana y después de montar el campamento y bromear entre todos los asistentes de kdd, tocó la hora de ir a comer. El restaurante de las Cíes no se puede decir que sea recomendable, pero es lo que había allí y no estaba mal la cosa.
En la kdd se ofrecía la posibilidad de ir a dos cursos de fotografía organizados por VigoFoto en otra actividad diferente a la nuestra. Yo personalmente asistí al curso de fotografía macro, impartido por Martin Gallego. El curso consistió básicamente en cuatro explicaciones, pero la verdad es que me resultarón útiles, sino, juzgar por vosotros mismos:
Cuando terminó el curso, y antes de regresar a reunirnos con el resto del grupo que fue al curso de paisaje, nos fuimos hasta la «Silla de la Reina,» desde donde tomé esta fotografía.
Allí nos llamaron para que escogiésemos que bocadillo queríamos para la cena y que nos diésemos prisa para ir hasta uno de los faros de Cíes antes de que se pusiese el sol.
La puesta de sol no es que acompañase mucho. Pero la sesión de fotografías nocturnas realmente compensó. Mientras bajaba del faro donde estábamos hasta otro faro mucho más pequeño tomé esta toma.
Y luego, a eso de la una y pico de la noche, con la ayuda de Marcos y Antonio conseguí esta foto de la tercera isla de Cíes junto con Vigo de fondo.
De vuelta al campamento base decidimos que al día siguiente lo mejor era intentar pillar el amanecer, con lo cual solamente dormí 3 horas, pero por desgracia el amanecer no quiso acompañar mucho. Lo único que conseguí fue torturar con mi cámara a un cangrejo cuendo iba de vuelta al campamento para tomarme mi merecido desayuno.
Y después de un paseo por las islas, tocó la hora de la comida y recoger las cosas para pillar el barco de vuelta a Vigo cara el diluvio universal que en ese momento caía por toda Galicia. Eso sí, antes de marchar hubo una pequeña foto de despedida.
Por cierto, esto de la fotografía no puede ser bueno para la salud, sino, probar a caminar este recorrido con todo el equipo fotográfico que llevábamos, no me estraña que acabásemos el fin de semana medio muertos.
