Tengo que confesarlo, uno de los grandes impedimentos para cambiarme a una compañía como Pepephone era su nombre. A pesar de que la compañía existe desde hace algunos años la gente te sigue mirando raro cuando les comentas que estás con ellos. Pero con una pequeña búsqueda por foros de internet, te encuentras con la curiosa situación de que más gente habla bien de la compañía de la que habla mal. Ya os comentaré más adelante como va mi experiencia con ellos, este artículo se centrará en mis motivos para el cambio.
Y realmente los motivos del cambio también son partículares. Yo estaba contento con mi anterior compañía, Simyo, me dejaban tranquilo, no me tocaban la “moral” con tonterías ni llamadas inoportunas y molestas de comerciales, y los precios no estaban mal. Pero me quería cambiar de móvil, ya tenía claro que terminal quería, también tenía claro que las opciones de las “grandes” compañías con permanencia de 18–24 meses no me intersaban (curisoamente ahora parece que este modelo de negocio donde se subvencionan los terminales va a desaparecer en España), pero me hacía falta una microsim (gallifante para quién sepa de que terminal estoy hablando).
La opción de conseguir una microsim con Simyo involucraba estar al menos un día sin teléfono. Tu les pides la microsim, te desactivan tu tarjeta sim actual, y tienes que esperar a que la nueva microsim te llegué por mensajería urgente. Realmente no me apetecía nada tener que estar un día en medio de semana sin teléfono (sí, sí, cuando me voy de excursión fotográfica al medio de la nada estoy sin teléfono bastantes horas, incluso días, pero eso lo hago yo de forma voluntaria).
La otra opción que tenía era cambiarme de compañía. La nueva compañía me mandaba la nueva microsim, y en algún momento, durante alguna madrugada, mi vieja sim dejaría de funcionar, y la nueva microsim se convertiría en activa. Al final, noté que estuve como una hora sin teléfono, entre las 7:00 de la mañana a las 8:00, pero bueno, como en ese momento estaba entre desayunando y duchándome, tampoco fue muy crítico, y nadie me suele llamar o mandar mensajes a esas horas.
El segundo motivo, es que analizando las compañías más grandes aquí en España, según financiaban el terminal que yo quería, y mi gasto telefónico al mes, al final llegué a la conclusión que si me compraba el terminal libre, me iba a la tarifa del ratoncito y elefante de Pepephone, acabaría ahorrando entre 100–200 euros a final de los supuestos 18 meses de permanencia, con las grandes ventajas de que no estoy atado a nadie.
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Bienvenido a Pepephone 😀 Yo también estoy con ellos desde hace más de un año y estoy encantada (y mi bolsillo más).
Bueno, en cuanto a bolsillo no creo que ahorre mucho más que con Simyo… pero por el momento el cambio no está siendo traumático… y eso es bueno…
Para mi es la mejor compañia, aunque lo cierto es que el nombre es desafortunado 🙁