Hace años me comentaron que este libro hablaba de lo que podría pasar en la sociedad actual llevado al extremo. Eso es precisamente lo que los autores nos muestran, un mundo donde el capitalismo se ha vuelto de lo más extremo hasta alcanzar su máximo nivel. Las grandes compañías controlan a los seres humanos a través de la publicidad y lo que se observa no es más que una mera sátira de sistema político controlado por los intereses de unos pocos (vale, esto tal vez no dista mucho de lo que pasa hoy en día). Lo que más gracia me hace fue el grupo de «consistas,» gente que lucha por un consumo racional de las cosas, vamos, ¡Cómo la vida misma!
De la contraportada
Mitchel Courtenay, el mejor publicista de la Sociedad Schocken, es el encargado de elaborar la campaña publicitaria para el Proyecto Venus. Pero, tras una sucia maniobra de sus competidores, se verá relegado a los niveles más bajos de la sociedad, desde donde deberá ascender de nuevo para recuperar la posición que la ha sido arrebatada. Durante el duro viaje, establecerá contacto con los «consistas,» una facción rebelde de anticonsumistas acusadas de terrismo y de sabotaje.
«Mercaderes del espacio podría ser llamada la mejor novela de ciencia ficción… Una utopía donde el sistema económico ha devorado al sistema político, donde las grandes compañías ejercen el poder, sin intermediarios, y hasta el fin… En ese mundo cobra sentido la observación de George Orwell sobre los lujos, en camino de convertise en menos caros y fáciles de obtener que los artículos de primera necesidad.» – Kingsley Amis, New Maps of Hell, 1961.
«Mercaderes del espacio es una pieza clásica de la sátira: un trabajo de demolición sobre la cultura publicitaria, sobre los ricos egoístas y sobre el monopolio del capitalismo.» -John Clute
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Muy interesante esta novela… en Soylent Green le hacen un guiño, con la gente durmiendo en las escaleras de los edificios
Cierto, no me había dado cuenta yo de esa relación…