James P. Hogan me vuelve a sorprender con otro libro que me ha gustado mucho. La historia de dos mundos completamente diferentes, de dos humanidades que ven la vida de forma completamente distinta. La lucha contra la teoría de clases y el individualismo donde todo el mundo tiene una oportunidad de destacar haciendo lo mejor que lo puede hacer.
La novela empieza de forma lenta, explicando la situación del universo actual, y saltando de personaje en personaje. Al principio puede costar un poco pillar el hilo conductor que una a todos los personajes. Pero una vez ves donde encaja cada uno, es fácil no dejar el libro e intentar terminarlo lo antes posible.
La historia no cuenta nada nuevo, simplemente el enfrentamiento de dos formas de vida. Una de ellas claramente superior a la otra, por lo menos a ojos del lector externo. La otra, una forma de ver la vida que esta en sus últimos momentos, a pesar de que algunos de los protagonistas así no quieren verlo.
En definitiva, una buena lectura, entretenida si te gusta la ciencia ficción y los space operas en particular, pero no esperes ver grandes batallas espaciales, este libro esta centrado más en el choque de dos puntos de vistas, que en una historia de aventuras.
De la contraportada
Una Tierra condenada a la destrucción envía a sus niños para colonizar el sistema Alpha Centauri. Décadas más tarde, no todos han muerto en las guerras de la Vieja Tierra y una nave generacional terretre, protegida por el ejército, se dirige a Alpha Centauri, para reafirmar el control de la Tierra sobre la orgullosa colonia.
Pero la nueva sociedad creada en Quirón no ve las cosas de la misma manera. Orgullosos de su nueva culturo no tendrán otro remedio que enfrentarse a sus padres…
«Es una buna historia, claramente narrada y basada en reflexiones inteligentes, con la intriga y acción más que suficientes para una lectura ágil y sin detenciones. Ciencia ficción clásica y excepcional. ¡Seguro!» – Isaac Asimov’s Science Fiction Magazine
Más comentarios del libro en C.P Palacios: Viaje desde el Ayer – James P. Hogan.