Si las cosas cuando son buenas no hay nada más que decir. Esto es exactamente lo que le pasa a Doctor Who, que por segundo año consecutivo ha ganado el Premio Hugo a mejor dramatización corta. Si el año pasado fuera por los capítulos The Empty Child y The Doctor Dances, ambos centrados en Londres durante la Segunda Guerra Mundial y presentando al personaje del Captain Jack Harkness, este año fue para The Girld in the Fireplace, una maravillosa historia que salta entre el siglo 51 al siglo 18 y con Madame de Pompadour por el medio.
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Gran capítulo, gracias a el me enganché al Doctor.