Hace un par de días toco probar el juego Taj Mahal. La ambientación del juego se centra en al historia del Imperio Mogol, del cual, tengo que confesar, que era un verdadero desconocedor. Dicho imperio gobernó la India y otras extensiones vecinas de territorio durante varios siglos hasta que llegaron los ingleses y los convirtieron en una más de sus colonias.
Volviendo al juego, la dinámica, una vez entendida es bastante sencilla – a pesar de que a mí me costó algo entenderla durante la partida-. Tenemos un tablero que representa diversas regiones de la India. A cada región se le asocia un número de forma aleatoria y una serie de bienes. Nuestro objetivo es ir construyendo edificios del estilo del Taj Mahal y otras cosas que nos darán puntos. El sistema de puntuación es un pelín complicado, y básicamente lo que me despistó al principio.
A cada jugador se le da una serie de cartas. Cada carta tiene puntadas una o varias figuras, que pueden ser elefantes, mogules, diversos monjes y un general. Por turnos cada jugador puede colocar una carta de color acompañada, si así lo desea, de una carta blanca. A partir de ese momento, solamente puede ir colocando en ese turno, cartas del color que seleccionó al principio.
Todos los jugadores pueden o bajar más cartas o pasar. Si pasan, miran si tienen mayoría de alguna de las figuras antes mencionadas, y si es así, la reclaman. Se puede dar el caso, que es bastante divertido para los otros jugadores, de que un jugador tenga que pasar por que no tiene más cartas de ningún color y que tampoco tenga mayoría. Al pasar, se cogen dos cartas de la mesa, o, en caso de ser el último, solamente añades una carta más a tu mano.
Si al pasar, tienes mayoría de alguno de los monjes o del general, te permite poner un edificio en la zona que se esté jugando en ese momento, lo cual te da un punto. Si pones el edificio de tal forma que conectes con caminos que tienen otro de tus edificios tuyos como vecino en otras regiones, te llevas un punto más por cada uno de ellos. Además, si construyes el edificio en una zona donde exista un bonificador te puedes llevar puntos extra, productos que te pueden dar más puntos o cartas extra para tu mano. Si te llevas el mogul, te permite poner una casa donde ya pusiera otro jugador, o marcar un sitio donde se van a poder poner más casas. Por último, si tienes mayoría de elefantes te llevas una ficha que hay en cada región, esa ficha tiene materiales sobre ella. Cuando al coges, miras cuantos veces tienes esos materiales junto con tus otras fichas que ya tuvieses, y por cada repetición, te llevas tantos puntos como número de veces tengas ese material. Al final del juego, también te llevas puntos por cada carta blanca y tantos puntos como cartas tengas del color que más tengas en tu mano. Ya os dije que el sistema de puntuación era un poco lioso.
Aunque tengo que reconocer que al principio el juego no me estaba convenciendo, sobretodo por que creía que era muy difícil remontar en él si te quedabas un poco atrás, como me estaba pasando a mí -al final gané-, después de un par de turnos y empezar a comprender bien como jugar las cartas de tu mano para maximizar los puntos que podías obtener en cada región, la cosa se fue poniendo cada vez más divertida. Tendré que jugar una segunda partida para acabar de pillarle todo lo que puede dar de sí, pero desde luego, al final de la partida quedé con la sensación que el juego permite varias extrategías diversas, como ir por elefantes toda la partida o intentar maximizar el número de posibles conexiones por cada territorio.
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