Pues sí, últimamente mi vida es un completo caos, y por muchos planes malvados que hago para imponer orden en ella parece que no hay forma de enderezarla. Y no, no es que esté muy hasta arriba de compromisos sociales y cosas que hacer, no, estoy en fase de vagancia total con la tareas acumulándose a mí alrededor (menos mal que en el trabajo cumplo con mis deberes). Tal vez sea que no me he acostumbrado todavía a mi horario veraniego. Tal vez sea que las tareas que tengo pendientes no me apetece para nada hacerlas (esa presentación de tesis va a pasos de tortuga). O tal vez sea este dichoso resfriado que he pillado desde principios de mes, que cuando pienso que me lo he quitado de encima me ataca por la espalda.
Pues eso, a lo que iba, que a ver si en unos días vuelvo a bloguear más frecuentemente por aquí, y tal vez sin tanto cooy&paste que hago de otros sitios, por muy interesantes que parezcan. Tengo un montón de fotos que subir y comentar (a la espera de que me activen mi nueva adsl en casa, el miércoles de la semana que viene dicen), varios libros terminados que comentar (qué mal me va el reto este año, no llego a 50 libros ni de coña, es más, 40 parece que será mi meta como siga así), historias de informática que contar, juegos de mesa que explicar, capítulos de Doctor Who de los que hablar… y es más, incluso puede que hable de nuevo sobre mi N95, el GPS de senderismo que me compré, y por aquí no os dije nada de la cámara reflex nueva que tengo con la que ando probando a sacar fotos, ¿no?. Pero al mismo tiempo es el mes de agosto, y lo más correcto que me parece hacer después de salir del trabajo es tumbarme y rascar la barriga… es lo más parecido a vacaciones que voy a conseguir este año.
{ 50 comentarios… read them below or add one }
← Previous Comments