«Bienvenidos a Roswell. Actualmente no es famoso por nada». Así reza el cartel gracias al que se enteran de dónde están los extraterrestres de la nave Júpiter 42 al estrellarse en julio de 1947 en el desierto de Nuevo México, en la irreverente serie de animación para adultos Tropiezos estelares. Sesenta años después, es mucha la gente que ha oído hablar de Roswell y recientemente hemos sabido que hasta Indiana Jones, el aventurero por antonomasia, participó en el examen de los restos de lo que cayó allí.
Roswell tiene hoy unos 49.000 habitantes, casi el doble que el 8 de julio de 1947. Aquel día, el diario local dio en su portada la noticia de la recuperación de un platillo volante en un rancho de la región por parte de los militares. Dos semanas antes, Kenneth Arnold, un hombre de negocios que pilotaba su avioneta, había visto sobre las montañas Cascada nueve objetos extraños que «volaban erráticos, como un platillo si lo lanzas sobre el agua». Tenían forma de bumerán; pero el periodista que cubrió la historia confundió la forma de los objetos con la del vuelo y los bautizó como platillos volantes. La denominación hizo fortuna y pronto las observaciones de discos se multiplicaron por Estados Unidos.
Texto completo: Magonia: El pueblo más marciano.
Vía: PJorge.