Cuando Apple inicia el proyecto para dar vida al Apple III (1978), ya ha pasado algún tiempo desde que Steve Jobs y Steve Wozniak comenzaron su andadura empresarial con el Apple I, y su segundo producto, el Apple II es todo un éxito de ventas. Apple ya no es la compañía que nació en la habitación de Steve Jobs y después se trasladó al garaje de sus padres. Es una empresa con un producto que vende bien y esta a punto de sacar su primera oferta pública de acciones.
Pero la junta directiva de Apple no se fia de la durabilidad del Apple II. A pesar de que durante el año 1978 vendieron 35.000 unidades del mismo (cuatro veces más que el año anterior), creen que el producto tiene como mucho dos años más de vida (curiosamente sería el producto que mantendría a flote a la compañía durante los años 80, después del fracaso del Apple III, Lisa y las escasas ventas iniciales del Macintosh). Ante este panorama, los directivos de la compañía deciden iniciar varios proyectos para conseguir un digno sucesor a su gallina de los huevos de oro.
A finales del año 1978, la dirección de la compañía encarga a Wendell Sander crear un grupo de trabajo para iniciar el desarrollo del proyecto que daría lugar al Apple III. El proyecto es denominado internamente «Sara,» el nombre de la hija de Sander. Por aquellos años, Apple tenía la costumbre sexista de poner a todos sus proyectos nombre de mujer, usualmente nombres de novias, mujeres o hijas de alguno de los directivos o ingenieros del proyecto. La excepción más notable de esta costumbre fue un proyecto bajo el nombre de «Macintosh,» pero esa es otra historia.
La idea de la junta directiva era que el proyecto estuviese contemplado en un único año de desarrollo (al final llevaría dos). Iba a ser el primer ordenador diseñado por Apple como compañía con una orientación hacia los negocios. A diferencia de los dos anteriores, el Apple I y Apple II, diseñados exclusivamente por Steve Wozniak siguiendo un proceso de diseño de prueba y error para crear el ordenador de sus sueños, este iba a estar diseñado por un comité y un grupo de ingenieros que implementarían los requisitos de dicho comité.
Los ingenieros no estaban muy cómodos con los requisitos que se les imponían para la máquina, creían que les quitaba libertad para hacer las cosas bien. Algunos requisitos eran muy generales, cosas como que la pantalla debía ser capaz de mostrar 80 columnas y la capacidad de distinguir textos en mayúsculas y minúsculas, cosa que por aquel momento el Apple II no era capaz de hacer. Sin embargo, el requisito de que fuese compatible hacia atrás con el Apple II supuso un gran handicap para el desarrollo del Apple III.
La idea del comité era que, siendo compatible con el Apple II, el Apple III tendría acceso a una gran cantidad de software ya desarrollado, haciendo que el producto fuese más útil y atractivo ante los ojos de los posibles compradores. Para hacer sencillo el proceso de compatibilidad, sin tener que recurrir a complejas técnicas de emulación, se decidió utilizar el mismo procesador que el Apple II, el 6502, un procesador que ya comenzaba a mostrar su edad frente a otras soluciones de la época. A parte del procesador, el sistema gráfico también sufrió para mantener la compatibilidad, Wozniak había hecho unos curiosos hacks en los años previos durante el diseño del sistema gráfico del Apple II, lo cual suponía un quebradero de cabeza para el equipo de desarrollo del Apple III.
Dan Kottke será el encargado de crear los circuitos impresos a partir de los diseños de Sander, lo cual da lugar al primer prototipo funcional durante el año 1979. En ese momento es creado el equipo que desarrollará el software para el Apple III. Para que fuese un sistema moderno, es necesario superar una de las limitaciones del procesador 6502, este solamente permite direccionar 64Kbytes de memoria RAM. Gracias a una inteligente idea de Sander el problema es resuelto. Sander crea la técnica de Bank Switching, el ordenador tendría varios bancos de 64Kbytes de memoria RAM y era misión del sistema operativo saber en cada momento a que banco debía indicarle al procesador que accediese para leer los datos que necesitaba. De esta forma se consegue crear máquinas con 128 o 256 KBytes de memoria (más adelante, en las últimas encarnaciones del Apple III, esa cantidad es incrementada hasta 512 KBytes).
El 19 de Mayo de 1980 Apple decide anunciar públicamente el Apple III. La compañía se gasta 42.000 dólares en alquilar Disneyland y convoca a la prensa. Se anuncia que la máquina estará disponible próximamente en dos configuraciones, una por 4.340 dólares y la otra por 7.800 dólares, mucho más caro que los ordenadores CP/M de la época, pero más o menos un precio similar a un Apple II con todos los accesorios que la gente compraba a parte y que venían de serie con el Apple III. Sus características: un procesador Synetek de 8 bits modelo 6502A a 2 MHz (el doble de rápido que la versión del procesador que montaba el Apple II), 128 KBytes de RAM, una unidad de disco de 5,25 pulgadas y de una capacidad de 143 KBytes. Era capaz de mostrar 24 líneas de texto en 80 columnas o gráficos bitmap de una resolución máxima de 560×192 píxeles con un máximo de 16 colores diferentes. Tenía una tarjeta de sonido de 6 bits y un teclado numérico. Apple comenta que cada máquina vendrá con el Sophisticated Operating System (SOS), un procesador de textos, una hoja de cálculo y una versión mejorada de BASIC. A parte, Apple III tiene integrado un chip de reloj interno desarrollada por National Semiconductor que le permite usar aplicaciones de tipo agenda y reloj.
El Apple III está diseñado para tener una vida útil de 10 años.
Mike Markkula en una entrevista al Wall Street Journal.
Pero al contrario que la dirección de la compañía y los responsables de marketing, el equipo de ingenieros no estaba muy conforme con el anuncio del producto, creen que todavía no estaba listo para su lanzamiento. Sander da el visto bueno para el anuncio pensando que, al tener listos varios prototipos y que el desarrollo del software marchando a buen ritmo, podrían conseguir alcanzar la fecha de entrega de la máquina. Por el contrario, la prensa recibe encantada el anuncio, estiman que Apple volverá a repetir su éxito del Apple II.
Es también el ordenador del aficionado definitivo. El Apple III esta concebido para rellenar los huecos en el Apple II. No remplazará al Apple II de ninguna forma. Esta diseñado para mejorarlo.
Steve Jobs en una entrevista a Byte.
Unos meses después Apple sale públicamente a bolsa, según los directivos de la compañía, el anuncio de una nueva máquina tan bien recibido hará que las acciones se vendiesen mejor. Mucha gente en Apple se hizo multimillonaria de la noche a la mañana ese día.
Desde los tiempos de Eva una manzana nunca había sido tan tentadora
The Wall Street Journal
Pero la realidad será completamente distinta a lo que todo el mundo pronosticaba. Nada más salir el Apple III al mercado (la salida se retrasó a finales de año por problemas en el proceso de producción), los compradores devolvían las máquinas a los distribuidores quejándose de que fallaban misteriosamente. Los distribuidores obviamente llamaban a Apple para pedir explicaciones. Empezaba a finales del año 1980 la primera pesadilla para la compañía de la manzana.
Infinitas, cantidades incalculables
Steve Jobs comentando la cantidad de pérdidas que produjo para la compañía el Apple III en una entrevista a Playboy.
Más información en
- Wikipedia: Apple III
- Cortland: Apple III Chaos: Apple’s First Failure
- Vetronics Apple World: Apple III History
- Fire in the Valley: The Making of the Personal Computer por Paul Freiberger y Michael Swaine
- Apple Confidential 2 – The Definitive Guide to the World’s most Colorful Company por Owen W. Linzmayer
- iWoz por Steve Wozniak y Gina Smith
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