Soy un bruto, y en un pequeño accidente, tiré sin querer del cable de mis viejos Sennheiser PX-100 y el cable se fue a freír puñetas, y yo me quedé sin poder disfrutar bien de la música de mi iPod.
Desde que seguí las recomendaciones en auriculares de Carlos de BBoing! he disfrutado de unos magníficos Koss Porta Pro y después de los Sennheiser PX-100 anteriormente mencionados. Ya llevaba algún tiempo pensando que realmente no había mucha diferencia entre estos y los que vienen de serie en el iPod, o que al menos mis orejas no lo notaban. ¡Qué confundido estaba!
Un par de semanas con los auriculares originales del iPod mientras esperaba por mis nuevos Sennheiser PX-100 me han llevado a cambiar completamente de opinión. Con la primera canción que reproduje ya lo noté. Era el High Hopes de Pink Floyd, la canción empieza con unos medios tirando agudos del replicar de una campana y después comienza la letra de una canción, letra que se acompaña por la entrada de unos bajos en varias partes de la misma para dar más énfasis a lo que se esta narrando. Los bajos habían desaparecido, y el resultado era completamente plano.
Pero todo ya está solucionado, después de que la tienda donde los compré consiguiese reponer su stock -me llamaron varias veces para pedirme disculpas por el retraso, todo un detalle,- ya tengo mis nuevos Sennheiser PX-100.
Como nota curiosa, en la primera foto puede apreciarse como el envoltorio indica que los auriculares son compatibles con el iPhone. Esa compatibilidad ha llevado a Sennheiser a modificar el grosor del plástico protector del conector jack de 3,5mm. Ahora es más delgado que la versión anterior por lo que puede entrar por el hundido conector de auriculares del iPhone sin tener que usar esos horribles adaptadores que vi en alguna que otra página web.