El viernes de la semana pasada fue el día que menos tiempo tuve para visitar la ciudad. A las 8 de la mañana comenzaron las sesiones del curso, y hasta las 4 de la tarde no conseguí escaparme de él. Momento en el que toco visitar un poco una de las calles más comerciales de Berlín, Tauentzienstasse (recorrido realizado).
A parte de de ver tiendas y comerme una salchicha en un puesto ambulante, lo más destacado en esa calle es la iglesia conmemorativa del Káiser Guillermo, destruida durante los bombardeos de la segunda guerra mundial y de la cual solamente queda la estructura del campanario, donde se puede apreciar claramente los desperfectos creados por las bombas.
Toco regresar temprano al hotel. Había que prepararse para la cena oficial del evento a que asistíamos. El local donde se celebraba la cena era una vieja planta depuradora de agua, reconvertida a restuarante/sala de fiestas. Era un sitio impresionante para celebrar cualquier tipo de evento.
Al final de la cena, la idea era volver andando al hotel, pero la lluvia hizo acto de presencia y se jorobo el plan. Así que a la camita y a esperar a ver como amanecía el sábado.