Ayer por la noche me llamó una amiga por si quería ir a pescar a Ribeira, como nunca había pescado en mi vida me pareció una oportunidad de lo más interesante. La idea ira era ir de noche a pescar calamares en el puerto, intentando pillar la marea alta.
La marea no la pillamos muy alta, y hasta eso de la 1 de la mañana teníamos que tener cuidado para que no se nos enganchase el anzuelo en las algas del fondo. La idea es lanzarlo lo más lejos posible e ir recogiéndolo poco a poco, para que el calamar siga al pez falso. Se podía observar como el calamar lo sigue hasta casi la costa donde le paras el anzuelo esperando a que lo pille con los tentáculos.
Tal y como me esperaba no pesqué nada. Los calamares eran muy listos y desconfiaban bastante de mi anzuelo. A parte de que según me dijeron, lo recogía muy deprisa y el calamar tendría que estar en muy buena forma para poder seguirme. Después de unos cuantos enredos que resolver, solamente conseguimos pillar un chipirón… otro día tendremos más suerte.