Algunas veces me pregunto qué les llevan a algunos editores a cabrear a todos sus potenciales compradores con ellos. Si cometes un error, sin mala intención, se puede pasar. Pero si tomas por tontos a tus compradores y los puteas, pues vamos, puedes tener problemas para venderles después tus productos. Esto es más o menos lo que ha pasado últimamente con Edge, una editorial, que entre otras cosas publica juegos de mesa.
El asunto es que Edge va a publicar en España Descent, un juego que pertenece a Fantasy Flight Games. Antes de que Edge se interesara por ese juego, los aficionados en este país ya le habían echado el ojo. Compraban el juego en inglés de importación y jugaban a él por aquí. Como ha pasado con otros tantos juegos, alguien se molesto en traducirlo, y publicó las instrucciones en internet, entre otros sitios, en La BSK, el foro más importante de juegos de mesa en España.
Hasta aquí todo parece bien. El asunto se complica cuando Edge ve que la gente puede optar por comprar el juego a través de internet fuera de España y imprimirse las reglas en castellano, lo cual, según me han dicho, puede llegar a salir más barato que comprar la edición española del juego. A Edge, esa posibilidad no le hizo gracia, así que se puso en contacto con Fantasy Flight Games para pedirles si podían exigir a la La BSK que quitase las reglas traducidas de internet. Acto seguido, se ponen en contacto con La BSK para decirles que Fantasy Flight Games había exigido que La BSK quitase todas las cosas sobre sus juegos en sus servidores, que ellos no tenían nada que ver con la petición y solamente estaban cumpliendo ordenes.
A la gente de La BSK les extraño un poco esto, pero como no querían problemas legales, obedecieron, total, las instrucciones en castellano bien se pueden bajar de Board Game Geek. De todas formas, decidieron contactar con Fantasy Flight Games para preguntarles por su cambio de parecer. La sorpresa llegó cuando Fantasy Flight Games contestó que ellos no les importaban lo más mínimo las traducciones, mientras no pusiesen documentos que posibilitasen que unos se imprimiese el juego en casa, cualquier traducción de manuales, cartas, etc… eran bienvenidas. Confirmaron que Edge les había expresado sus quejas de que dichas traducciones estuviesen en Internet, pero que no fueron ellos los que ordenaron que Edge, en su nombre, pidiese que se quitase dicha documentación.
Al final, Edge lo que ha conseguido es enfadar a su más importante grupo de compradores en este país, sino, simplemente hay que ir a leer los comentarios de este asunto en La BSK.
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