El viernes por la tarde fueron los últimos momentos que pasamos en Córdoba durante el II Encuentro Nacional de Juegos de Mesa, y que momentos, jugamos a la Kniziathon, un torneo donde solamente se juegan a juegos del maestro: Reiner Knizia. Empezamos a las 16:00, terminamos a las 23:30, 7 horas y media de partidas sin parar. No tengo muchas fotos del torneo, por no decir casi ninguna, la verdad es que me concentré en intentar ganar las partidas y se me olvidó por completo todo lo demás, excepto pasármelo de miedo.
Como a las 16:00 aún no había mucha gente, Pedro y yo decidimos empezar con Exploradores, un juego muy divertido para dos personas. La partida jugada en la Kniziathon era mi primera partida y, por supuesto, perdí.
Como segundo plato, probamos el Genial, ni Pedro ni yo habíamos jugado antes a el, pero otro de los participantes, Manuel, y Jesús de la organización, se tomaron las molestias de enseñarnos. Genial es un juego que me encantó, es básicamente un juego de colocación de fichas de forma lógica para conseguir el mayor número de puntos posibles. Obtienes varios puntos por diversos colores, y al final, del color del que tengas menos puntos, es tu puntuación final. Quedé segundo, detrás de Manuel, de una forma bastante ajustada, aunque en este juego es bastante difícil de empatar.
Después de dos juegos, tocó el turno de jugar a uno que ya conocía, el Samurai. A parte de Manuel y Pedro, a la partida se nos unió un jugador llamado Pepe. Después de enseñarle a Pepe y a Manuel como se jugaba, para mi sorpresa, dado que creía que iba bastante peor, gané la partida. Manuel quedó segundo, Pedro quedó tercero y Pepe cuarto.
Pedro tenía bastantes ganas de probar el Palazzo, un juego donde tienes que construir palacios siguiendo un orden de piezas determinado, las cuales consigues a través de un sistema de compra y subastas. En la partida participamos Pedro, Pepe (el de la partida anterior), Sonsoles/Iván (es que el primero no le convencía mucho el juego y Sonso de la organización tomó su lugar) y por último yo. El juego nos gustó bastante, y de nuevo, mi suerte de principiante se puso de nuevo a mi lado, y gané la partida.
Ya habían pasado unas cuantas horas de Kniziathon, cuando volví a jugar a un juego que ya conocía, el A Través del Desierto. Para el se nos unió un cuarto jugador, Pablo, que junto con Pepe, seguiría jugando con nosotros hasta el final de la Kniziathon, la verdad es que daba gusto ver como disfrutaban ambos con los juegos. De este juego ya hablé anteriormente aquí, simplemente decir que la partida la ganó Pedro, de segundo quedó Pepe, de tercero yo y de cuarto Pablo.
El cansancio ya empezaba a hacer presencia, pero como cuantos más juegos jugase, más puntos conseguía, sin pausa nos pusimos jugar al sexto juego de la tarde, el Razzia. El Razzia es un juego idéntico al Ra, pero en vez de tener una temática egipcia como el último, tiene una temática de gansters. Básicamente consiste en ir haciendo apuestas hasta conseguir un conjunto de cartas que te dé el máximo número de puntos o te quite los menos posibles. Este juego fue mi mayor fracaso de la kniziathon, quedé último, de primero quedó Pepe, de segundo Pedro y de tercero Pablo.
Ya eran más allá de las 9 de la noche, cuando se nos une un quinto jugador al cuarteto y empezamos una partida de Heckmeck o Picomino. De este juego ya hablé en la crónica de las jornadas, así que simplemente decir que al final los dados no me favorecieron y quede tercero. De primero quedó Sergio, seguido de cerca por Pedro, después yo y por último Pepe y Pablo quedaron en cuarto y quinto lugar respectivamente.
Por último, y para terminar el torneo, jugamos ya en tiempo de prórroga de la Kniziathon un Winners Circle, partida a la cual se nos unió un sexto jugador con respecto a los 5 anteriores. El Winners Circle consiste en apostar en una carrera de caballos, donde tienes que hacer que tus caballos favoritos ganen después la carrera. Gané la partida, de una forma un pelín justa contra Pepe. El resultado final fue: Primero, yo, de segundo, Pepe, de tercero, Sergio, de cuarto José (el sexto jugador que se nos unió), de quinto Pedro y de sexto Pablo.
Cuando nos marchamos de vuelta a Santiago desde Córdoba, aun no sabíamos los resultados finales de la Kniziathon, pero la organización fue tan amable de mandarnos un correo con ellos. Yo quedé de quinto/sexto empatado a puntos con otro jugador, mientras que en el computó final, Pedro quedó de segundo. Realmente creo que mi mayor fallo en la Kniziathon fue no mirar como se puntuaba, después de todo la Kniziathon es un torneo ideado por Knizia, y como todo lo que hace el hombre este, la forma de puntuar final es lo más importante a tener en cuenta.
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