El canon digital, que hasta ahora se aplicaba en los CD y grabadores digitales, será una cantidad fija que gravará a partir de la aprobación de la ley tanto los equipos informáticos o eléctrónicos como los soportes y las redes de comunicaciones eléctrónicos. «Es una carga económica y fiscal injusta e indiscriminada que encarece no sólo el precio de los productos, sino también el uso de la red».
Esta comisión de expertos que integra a representantes de la universidad y de la industria afirma que el canon «es como cobrar un impuesto por el papel para poder escribir. Nadie discute proteger a los creadores, lo importante es cómo hacerlo».
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