Ayer me pasó una cosa bastante curiosa, se había venido por Santiago una amigo mío de Madrid y junto con varias personas nos fuimos a comer a una cafetería cerca del campus para contar viejas batallitas y anécdotas nuevas. Mientras estábamos esperando a que nos trajesen los platos combinados que habíamos encargado, me fijo que delante de la puerta de la cocina había un pequeño problema. Un señor con una cámara digital en mano estaba peleando con los camareros en lo que parecía que era un intento de entrar en la cocina… o esa fue mi impresión dado que no vi el altercado desde el principio. Acortando un poco la historia, nuestra comida se vio interrumpida varias veces por el personaje este volviendo a entrar en la cafetería exigiendo un café que había pedido antes, pagar lo que no le habían cobrado y los camareros volviéndolo a echar del local hasta que vino la policía para calmar las cosas.
Lo más curioso de todo el asunto es las amenazas que soltaba la persona en concreto, no me acuerdo de todas, solían ser cosas como «Darme mi café que me tengo que marchar para Madrid el martes…», «me voy a ir a Madrid a fundar un partido político…», pero la que más me llamó la atención fue uno que sonaba a algo así: «Tener cuidado conmigo que tengo un blog y lo posteo en internet…». En ese momento empecé a pensar, vaya el tío este tiene un blog, ¿estaré subscrito a el?, ¿si lo estoy es uno de los blogs que me gusta o uno más del montón al que estoy subscrito por que de vez en cuando publican algo interesante?, ¿Realmente acojonas a alguien diciéndole que tienes un blog?… y más cosas del mismo tipo…
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