«En ocasiones veo muertos. Y me explican que el Cielo es muy bonito. Pero eso no cambia nada: soy atea y estoy firmemente convencida de que después de la muerte no hay nada. Dios no existe; el mundo que conocemos se puede explicar perfectamente a partir de las leyes naturales. Seguramente veo muertos porque estoy como una cabra. Tu abuelo materno te envía recuerdos».
Texto completo: La decadencia del Ingenio: Superpoderes.
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