En uno de estos periódicos gratuitos leí que durante estos días se celebraba en la ciudad de Lucca (está a unos 80 kilómetros de Florencia) el Lucca Comics and Games’05, así que este domingo decidí ir a ver de que se trataba y de lo que me podía encontrar ahí, realmente me llevé una sorpresa por la magnitud del evento.
Ya empecé a sospechar de que la cosa era más grande de lo que yo creía cuando esperando por el tren en la estación de Santa Maria Novella (Florencia) veo a unos chicos italianos con el traje típico de estudiante de instituto japonés al más puro estilo de lo que se puede ver en un manga. Una vez en el tren, según nos vamos acercando a Lucca, el tren comienza estar cada vez más lleno de personas, una mezcla de turistas y freakies que van a Lucca, cada uno por un motivo diferente. El tren va tan lleno, que me lleva más de 10 minutos bajarme de el, una vez llegamos a la estación, en algunos momentos llegué a pensar que tendría que bajarme en la próxima parada y pillar el que venía en sentido contrario.
Como era la primera vez que estaba en Lucca, por cierto, la ciudad me pareció preciosa (tendré que volver a ella como turista un día de estos), no tenía ni idea de como llegar al sitio donde se celebraba el evento, sin embargo, la solución apareció ante mis ojos literalmente. Me puse a seguir un grupo de gente, que iba liderado por chico con un hacha gigante (ver foto más abajo), ya sabéis, lo más normal del mundo cuando llegas a un pueblo nuevo. La solución funcionó bastante bien hasta que llegamos a una plaza donde se celebraba un mitin político y perdí la hacha de vista, lo cual, es difícil, patoso que soy. A los dos minutos de dar vueltas por la plaza, una nueva solución vuelve a aparecer delante de mis ojos. Empiezo a seguir un monje, y no por que creyese que un monje fuese asistir a una feria de cómics, pero este llevaba una espada de tamaño considerable con empuñadura de pinchos, y me pareció lo más oportuno al momento. Después de unos 20 minutos de caminata, llegamos al sitio, y allí debían estar todos los freakies de Italia juntos, el recinto era enorme, y casi no había espacia para moverse.
Después de una media hora de cola para pillar el ticket de entrada (menos mal que el domingo tenía una hora más), y después de pelear entre empujones de el porrazo de gente que estaba en la entrada conseguí entrar. Tomé una ruta al azar y entré en una de las carpas que resultó ser un montón de stands de tiendas de cómics, dvds, maquetas y demás cosas del estilo.
Doy varias vueltas por el primer carpa sin pararme mucho y empiezo a explorar las otras carpas, una más dedicada a cómics, aunque un más centrada en editoriales, y otras dos dedicadas a juegos, con varios campeonatos de Magic, Yu Gi Oh, Pokemon y Oliver y Benji, aunque allí lo llaman Holli e Benji, que también tiene un juego de cartas, que aquí en Italia hay más afición al fútbol que en España, y eso ya es decir.
Había una sección dedicada a maquetas y me encontré con varias cosas interesantes
Una cosa bastante curiosa que vi fue una tienda donde te hacían un traje medieval, en cuero, y después te adornaban con todo tipo de equipamienta de combate y maquillaje si querías…
Por otro lado, averigüé que después de que los rebeldes, acabasen con el imperio en Star Wars, ahora los troppers se ganan la vida como mercenarios, aquí veis a uno diciendo que sus servicios están en venta…
Nando, si quieres la armadura completa, aunque no sé si será tu talla, avisame, que la feria acaba el próximo miércoles, aunque no creo que tu mujer te deje comprarla ;-).
De todas formas lo mejor estaba fuera, parecía que hoy había un concurso de disfraces y actuaciones, y aquí tenéis una muestra de lo que andaba por allí, desde elfos al personaje más dispar de Manga…
Al marcharme a casa (después de unas seis horas de pie dando vueltas por el recinto), de camino a la estación, con el primer ejemplar del cómic de Serenity conmigo (cuando vi dos librerías que tenían cómics de importación me puse a buscarlo como un loco, comentarios sobre el mismo en otro post dentro de poco), me encontré que en los parques que había de camino a la estación se estaban celebrando batallas medievales por varios grupos de chavales, todos ellos vestidos como elfos, enanos y demás… yo pasé lo más rápido posible antes de que me cayese un sablazo en la cabeza por error, que con lo guapo que soy a lo mejor me confundían con un orco.
Más fotos en mi cuenta de Flickr.
—–