Aquí va un nuevo post de la saga ADSL, octava entrega que así me aseguro que consigo seguir superando a la saga de Rocky, ahora que me entero de que va a tener una sexta entrega en la cual va a salir Mr T. (¿la titularán el super-pujil del geriátrico?), mi cerebro ya está empezando a taterar la musiquilla del equipo A, yo era más joven y no existía el concepto de ADSL… ¡Qué tiempos aquellos!…
Eso mismo, ADSL, vamos a contar el estado actual de la saga, que si todo va bien (¿Por qué será que no estoy muy seguro de ello?) finalizará el próximo día lunes…
Habíamos dejado la historia con una última llamada mía al servicio técnico el miercoles, donde lo único que conseguía era el registro de otra incidencia urgente por mi parte en su base de datos y otra promesa de que se resolvería en 48 horas, por supuesto, si no fuese la tercera o cuarta vez que me habían prometido lo mismo yo hasta me lo creía, en realidad estaba un pelín equivocado… pero vayamos por partes…
El jueves sigo sin tener internet, y cuando llegó al trabajo y chequeo el estado de mi cuenta a través de la página web del banco veo que los de Wanadoo ya habían cobrado el mes de agosto, enterito, sin descontarme los días que había estado sin servicio, me aguanto las ganas de llamarles.
Viernes, me levanto como todos los días y como ya viene siendo tradición compruebo si tengo internet…. nada, el router-adsl no conecta, yo ya estoy resignado y asumo que tendré que llamar para darme de baja y el sábado por la mañana mandar el burofax pidiendo la misma. Ya en la facultad llamo y les pregunto si hoy van a darme el servicio o si a última hora de la tarde tengo que darme de baja. El técnico me dice que va a pasar otra incidencia urgente (¡Yupi! ya tengo tres, incluso puede que alguna más) recalcando que a ser posible se resolvería hoy… (umm… no sé yo, pero parece que tengo dos incidencias urgentes y una superurgente, lo cual haría mi colección mucho más valiosa) como es la misma historia de siempre, tampoco le hago mucho caso y le digo que vale, que yo a última hora de la tarde llamo y si no esta listo pido la baja al departamento de facturación.
Tranquilamente hago unas fotocopias de mi D.N.I. y empiezo a escribir empiezo a escribir el burofax. Cuando lo acabo de escribir me llega un correo de Jose que me cuenta que ahora mismo, el desde casa ya puede conectarse, yo lo releo un par de veces, después de tanto tiempo uno no se acostumbra facilmente a oír este tipo de noticias.
Al mediodía llego a casa y efectivamente, mi router-adsl tenía la tercera luz encendida, esa que llevaba apagada desde hace dos semanas (pobrecita ella, con lo bonito que queda el router cuando esta encendida, tendré que sacar una foto y ponerla en Flickr), miro en el log del mismo y me pone que sincroniza con Wanadoo a una velocidad de 2048Kbit/seg de bajada y a 320KBit/seg de subida. Hago algunas pruebas con diversos ftps de distros de Linux y lo máximo que consigo son unos 207KBytes/seg… lo cual viene a equivaler a unos 1656KBits/seg. No hay queja, no me esperaba alcanzar el máximo de velocidad con una línea ADSL…
Decido que es el momento oportuno para volver a llamar a Wanadoo para reclamar que me descuenten las casi dos semanas sin servicio en le próxima factura. Me tienen esperando un buen ratillo mientras una chica me hace unas comprobaciones para ver que efectivamente llevo dos semanas de llamadas y quejas por falta de servicio (¡al fina vamos a ver cuanto vale la superurgente en euros!). Al final me confirma lo que le había dicho, que sí, que estaban haciendo una migración y no fue tan bien como esperaban y me habían dejado sin servicio casi dos semanas y que obviamente tenía perfecto derecho a una devolución, pero, obviamente había un «pero», que como los técnicos le ponían que el proceso de migración aun no estaba finalizado, que no era estable el asunto, que era mejor que esperase hasta el lunes para reclamar el dinero, dado que a lo mejor aun sufría más cortes… mira tu por donde, parece que el servicio de facturación sabe más que el técnico, o por lo menos estos si pueden ponerse en contacto con la gente que esta trabajando en nuestra centralita y contarnos como van las cosas… le digo que vuelvo a llamar el próximo lunes y me quedo con los dedos cruzados, me quiero marchar a Italia tranquilo, con este asunto zanjado, o con internet o con el contrato cancelado, supongo que el lunes resolveré esto de una forma u otra, a menos de una semana para marcharme, uno ya no está para juegecitos.
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