Esta claro, creo que tengo un problemilla con la docencia que se me ha asignado este año. Tal vez fuese pura coincidencia, que los dos últimos viernes que tuve que dar clase fuesen los más calurosos de este año, aun así solamente fueron unos 20 grados, tampoco es para tanto. Bueno, por el principio, ayer tuve otra sesión de prácticas, de las cuales no me puedo escapar, ya sabéis, esa tontería de que el profesor debe ir a clase. La clase se imparte en un aula de informática, el problema es que el aula tiene muy pobre ventilación y el aparato de aire acondicionado no funciona desde hace varios años si mi memoria no me falla. El resultado, 20 pcs encendidos junto con 20 monitores crt, junto a mi portátil y un proyector a parte de unas 25 personas emitiendo unos 36 grados cada una, se hace bastante cansino dar clase.
Después de dos horas de clase, ya no puedo más, estoy más que cansado, ya no quiero pensar cuando la temperatura suba para el mes de Mayo, espero que para entonces mi resistencia ya sea mayor ;-), uno hecha en falta las clases de introducción a la informática que daba el año pasado. Al terminar cada clase, lo único que hago es ir a vegetar a mi laboratorio en el mismo edificio… así no voy a dar acabado mi tesis.
Más tarde me fui a casa, aguantando el bochorno que hacía ayer en Santiago (ir a la página de Pedro Jorge Romero y mirar la foto de la granizada que cayó ayer). Obviamente, el bochorno acabó en tormenta, gracias a lo cual, la humedad en el ambiente bajó un poco, aunque, por el lado negativo, también termino con todos los semáforos del centro de Santiago. Bueno, después de vegetar otros 10 minutos en la cama de mi casa, tuve una cena con unos amigos italianos de Nando que han venido a pasar unos días a Santiago. Obviamente, acabamos la cena bastante tarde, así que hoy he dormido poco, tengo que acabar un montón de trabajo para la semana que viene… simplemente, estoy intentando sobrevivir con mi cansancio físico…
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