La semana pasada Pedro, Blagdaros, CP, Soraya, Nando y Yo probamos el juego de mesa La Città. Un divertido juego que tiene un montón de detalles pequeños que nos recordaron a otros…
La La Città nos presenta un tablero con casillas hexagonales, donde tenemos que ir construyendo nuestras ciudades. Al igual que en Catán, el centro de una ciudad no puede estar a menos de 3 hexágonos de distancia. Tampoco se pueden a llegar a unir dos ciudades entre sí.
A las ciudades podemos ir añadiendo edificios y otras anexos. Podemos añadir un campo de cultivo, el cual se tiene que poner al lado de una región de trigo, lo cual impedirá que nuestros habitantes se mueran de ahambre. Podemos añadir una cantera que nos dará dinero al final de cada turno, tienen que estar construidas al lado de formaciones rocosas. Después podemos construir diferentes tipos de edificios, catedrales, hospitales, fuentes… (algunos de estos edificios necesita ser construido al lado de una región de agua) cada uno de ellos nos darán diversas puntuaciones en cultura, sanidad… lo cual evitará que nuestros habitantes emigren a otras ciudades que les parezcan más interesantes.
Hay que tener en cuenta que nuestras ciudades no pueden crecer de cualquier manera. Si no tenemos mercado, estamos limitados a un máximo de 5 habitantes y, si después de añadir el mercado, no añadimos baños y/o fuentes, tenemos un límite de 8 habitantes en al ciudad.
Hay que tener en cuenta que las poblaciones de las ciudades tienen ciertas preocupaciones, cultura, higiene, educación… Estas preocupaciones las deciden un conjunto de 4 cartas, de las que solamente sabemos lo que dice una de ellas. Al final de cada turno estas cartas se revelan, viendo las preocupaciones de la población (estilo Die Matcher). Si tenemos una ciudad vecina a menos de 3 hexágonos de la nuestra, y dicha ciudad tiene mejor puntuación que nosotros en alguno de esos aspectos, uno de nuestros ciudadanos emigrará a ella.
Cada turno del juego se divide en varias fases. Primero, todas las ciudades que puedan incrementan en 1 su población. Después se cobra. Luego, creo, cada jugador puede realizar hasta un máximo de cinco acciones -hay penalizaciones que te limitan solamente a 4 acciones en algún turno.- Estas acciones se realizan con tres cartas que siempre tienes en la mano, que te permiten construir un edificio pequeño o coger dos monedas de dinero. O con cartas que están disponibles para todo el mundo, que según el personaje te permitirá hacer cosas distintas.
Al final de esas acciones, se deciden migraciones y si tienes la comida suficiente para alimentar a tu población. Cuando termina la partida recibes puntos por tener mayor número de población, tener ciudades con un edificio de cada tipo y no me acuerdo exactamente por que te podían quitar cinco puntos… El juego es realmente divertido, las estrategias pueden ser diversas, y las peleas por robar población complicadas, sobre todo al final, cuando casi todas las ciudades se tocan entre ellas.
Blagdaros también habla del juego en su página web.
Más juegos de mesa comentados en este blog: Punto de inflexión: Juegos de mesa comentados.