Había dicho que los dos últimos capítulos del Doctor Who me parecían un poco de tránsito, como si nos estuviesen preparando para un gran final… dándonos pistas poco a poco. Pero en este, en este hacen una pausa y nos presentan una maravilla de guión que te hace disfrutar enormemente de la serie.
El Doctor se encuentra con unos aliens que lo intentan atrapar. Para escapar de ellos decide tomar forma humana y confiar su resurección como Time Lord a Martha Jones. Realmente, durante todo el capítulo me pregunté una cosa: ¡Es el Doctor! ¿Por qué leñe se esconde? ¡Nadie puede con él!, pero bueno, eso haría menos interesante el capítulo.
La ambientación es maravillosa. La recreación de la escuela de comienzos del siglo pasado muy lograda. A la altura de lo que nos tienen acostumbrados los productores de la BBC. Pero lo que más me gustó es cuando entran en acción los malos de turno. Sobre todo la niña y el estudiante de la escuela, con esa cara que ponen si que dan miedo a cualquiera.
Realmente es un capítulo que se disfruta de principio a fin. Ahora a la espera de la segunda parte que se emite esta noche… larga es la espera.
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