Ya hace algún tiempo que jugué mi primera y única partida a este juego, así que no estoy seguro si me acordaré de todos los detalles, pero al menos valdrá para que os hagáis una idea de en que consiste. En Principes de Florencia somos unos nobles que deseamos tener nuestro mejor palacio para atraer a distintos profesionales y artistas para que le den prestigio. Realmente la temática me recordó a todas esas historias que leí mientras estaba viviendo en Florencia, de familias que se gastaban hasta su último florín en crearse mansiones y palacetes que le diesen mucho más fama y prestigio que familias rivales.
Cada turno del juego se compone de varias fases. En un primer momento tenemos que comprar diversos artículos para nuestro palacio: bosques, lagos, jardines, arquitectos, bufones, cartas de prestigio y cartas de reclutamiento. La peculiaridad es que cuando alguien compra uno de esos artículos, nadie más en el turno puede comprarlo. En una segunda fase, cada jugador puede realizar dos acciones distintas. Construir un nuevo edificio en su tablero (dependiendo del número de arquitectos no lo podrás construir en cualquier lugar de tu finca), comprar algún tipo de licencia -libertad religiosa, viajar…- (este tipo de cosas les gusta a los distintos personajes que te darán puntos al final), también puedes cerrar una obra, para lo cual tendrás que bajar uno de los personajes que tengas en tu mano.
Cada vez que bajas uno de estos personajes, dependiendo de lo que tengas construido, las licencias, etc… te dará más o menos puntos. Hay que tener en cuenta que en cada turno hay un mínimo de puntos que te tiene que dar cada personaje para que se pueda cerrar la obra, obligándote así a mejorar cada vez más tu palacio para poder subir en los posiciones con respecto a otros jugadores.
Cada vez que cierras una obra obtienes dinero, dicho dinero lo puedes canjear por puntos de victoria, o por el dinero en sí que después podrás usar para comprar más cosas. Dependiendo de lo que te interese en cada momento, te conviene optar por una de las dos cosas.
Un juego muy completo, del que en una sola partida dudo que hayamos ni empezado a raspar todas las posibilidades que tiene, y que desde luego, espero poder volver a jugar pronto a él. La presentación del mismo también me gustó mucho.
Pedro también comenta este juego en su blog.
Más juegos de mesa comentados en este blog: Punto de Inflexión: Juegos de Mesa comentados.