Ayer jugué una partida al Die Macher, un gran clásico de los eurogames. Cada vez que pronuncio el nombre del juego me acuerdo del vídeocast de Board Games with Scott que lo nombraban con una voz profunda con eco que destacaba la importancia del mismo. Y es que, si eres un aficionado a los eurogames, una partida al Die Macher es casi obligatoria.
En el Die Macher eres un partido político que intenta ganar las elecciones en Alemania. Para ello intentarás manipular al electorado, cambiar de ideas políticas como quién cambia de chaquetas, comprar a los medios de comunicación, comprar votos, aceptar sobornos… vamos, como en la política real. Una partida habitual al Die Macher dura 7 elecciones, o lo que es lo mismo, unas 5 horas de juego. Nosotros optamos por una versión reducida del juego, compuesta solamente de 5 elecciones que duraba menos tiempo.
El juego no te deja mucho tiempo libre para pensar en otra cosa que no sea tu estrategia y vigilar lo que hacen tus contrincantes, que te pueden dar un vuelta en las elecciones en cualquier momento. Cada elección tiene un gran número de fases, y la verdad, es que después de una sola partida ahora mismo no me acuerdo de memoria como para hacer mi típica narración que hago de todo juego.
El juego nos absorbió tanto, que cuando nos dimos cuenta ya eran las 2 de la mañana, y eso que el resto de jugadores no se pararon de meter con el color rosita de mis fichas, que representaban al partido político de izquierdas de Alemania (el rojo ya estaba pillado para los social democratas).
Prometo que cuando juguemos otra partida, tome nota de todo lo que se hace en cada turno, y así os puedo hacer una narración detallada del mismo. Al final quedé de penúltimo, básicamente perdí todas mis opciones en el primer turno, pero aún así, y debido a un complicado sistema de puntuación final, quedé bastante cerca del tercero, pero la distancia con el segundo y el primero eran casi inabordables. El juego me encantó tanto que estaba pensando en comprarlo simplemente por tenerlo, aunque las posibilidades de encontrar gente dispuesta a jugarlo, fuera del grupillo habitual, sean escasas.
CP también analiza el juego en su blog.
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